En contraste, el microcemento negro define profundidad y elegancia, mientras que el turquesa irrumpe con frescura, marcando un ritmo visual junto con los trazos de luz. Todo el espacio vibra con una energía dinámica y estimulante.

Los lockers diseñados a medida, con formas disruptivas y ritmos visuales, invitan a un juego sutil. Son piezas funcionales que suman alegría, movimiento y carácter al salón.

También se diseñó una zona de coworking dentro del gimnasio, un espacio de pausa, conexión y transición entre rutinas. Allí, la madera aporta calidez, el naranja inyecta energía y el turquesa contrasta con el negro, creando un entorno versátil y vital.

Reaxion no es solo un gimnasio. Es un proyecto donde cada trazo proyectado cobró vida con precisión. Un diseño que trasciende el render para transformarse en espacio real.